Remilk ha obtenido la aprobación del Ministerio de Sanidad de Israel para comercializar productos lácteos elaborados con su proteína no animal, libre de lactosa, colesterol, antibióticos y hormonas de crecimiento.

El proceso patentado de Remilk implica la producción de proteínas lácteas a través de un método de fermentación a base de levadura. Este método da como resultado proteínas que son «químicamente idénticas» a las que se encuentran en la leche y los productos lácteos tradicionales producidos por vacas.

Recrea las proteínas de la leche tomando los genes que las codifican e insertándolos en un microbio unicelular, que manipularon genéticamente para expresar la proteína. Luego el producto se seca hasta obtener un polvo. El startup afirma que el producto final es indistinguible de la leche real, proporcionando una alternativa sostenible y ética a la producción lechera tradicional.

El startup israelí Remilk utiliza la fermentación que se ha utilizado durante generaciones para elaborar diversas bebidas y alimentos, como cerveza y pan, para genera proteínas, y así poder producir leche no animal.

Recientemente, la empresa emergente anunció que obtuvo la aprobación regulatoria para el uso de su proteína láctea sin vacas en productos lácteos en Canadá.

Esta certificación se llama en realidad “carta de no objeción» y es emitida por Health Canada, lo que implica la aprobación para la venta de su proteína BLG (beta-lactoglobulina), la institución federal que forma parte del gobierno de Canadá y se encarga de garantizar la calidad de los servicios de salud. Esta certificación permite el uso de su proteína de suero sin animales en una variedad de productos alimenticios, porque significa que es segura para el consumo.

Como resultado, Canadá ha abierto la puerta a nuevos productos lácteos, como leche, helado, yogur y queso crema, elaborados con proteínas novedosas en lugar de las proteínas lácteas tradicionales.

Remilk ya ha obtenido certificaciones similares en Israel, Singapur y Estados Unidos.

A medida que Remilk avanza en su misión de transformar la industria láctea mundial, las aprobaciones regulatorias y las entradas al mercado marcan pasos significativos para brindar a los consumidores alternativas lácteas sostenibles y éticas.

El éxito de la compañía en múltiples entornos regulatorios refuerza la confianza tanto de la industria como de los consumidores en la seguridad y equivalencia de las proteínas lácteas sin animales de Remilk con los productos lácteos tradicionales.

Remilk opera en el mercado de alternativas lácteas, que se espera que crezca de unos 26.000 millones de dólares en 2022 a 66.900 millones de dólares en 2030, según un informe de la firma de investigación Research and Markets. Está separado del sector de la leche de origen vegetal, donde las bebidas se elaboran a partir de soja, almendras, coco, avena, cáñamo y otros materiales no animales.

Crédito de la imagen: Remilk

Fuente: israelnoticias.com