Los industriales lácteos no encuentran condiciones favorables en el mercado internacional para colocar el 15% de sobrantes que no se consumen en Paraguay. Una salida beneficiosa sería la habilitación de Taiwán.

El presidente de la Cámara Paraguaya de Industriales Lácteos (Capainlac), Erno Becker, comentó en el portal digital de ultimahora.com que, el sector observa al país asiático con un poder adquisitivo interesante sobre los demás mercados. En ese sentido, considera que se pueden cerrar buenos negocios, teniendo en cuenta que hay buena producción lechera en los tambos paraguayos.

Como el consumo local absorbe un 85% de los lácteos, la industria apuesta a la leche en polvo, cuya durabilidad otorga más oportunidad para acordar su comercialización en el exterior, pero los precios no son favorables para el sector. Becker explicó que se está pagando entre USD 3.400 y 3.500 por tonelada, cuando lo ideal es llegar a, por lo menos, USD 4.000.

Aún en estas circunstancias, que contemplan también el sobrecosto de los balanceados para alimentar a las vacas y los efectos que se arrastran de la sequía, Capainlac insta a los aproximadamente 5.000 tamberos a seguir produciendo, porque de acuerdo a las perspectivas habrá países que buscarán alimentos, sobre todo teniendo en cuenta el conflicto entre Rusia y Ucrania, coyuntura que puede ser aprovechada para colocar los productos lácteos.

La capacidad de la industria es de 2,5 millones de litros al día. En su mayoría son cooperativas.

Pedidos. Las demandas hacia Taiwán no solo se refieren a la leche en polvo, el principal pedido es la habilitación de la carne porcina, que también está pasando por un mal momento debido a una sobreoferta mundial de animales que hacen que los precios se desplomen.

La cadena cárnica de bovinos también quiere aumentar la cantidad de menudencias que actualmente está aprobada por el mercado asiático.

Para la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne, se debe compensar la barrera que tiene el país para exportar a China. Al respecto apunta a una compra más ventajosa por parte de Taiwán, pero también de su aliado, Estados Unidos, cuya habilitación está a punto de concretarse.