Conceptos que han adquirido fuerza en los últimos años, como la sostenibilidad, la salud o la robustez de la cadena de suministro en materia de trazabilidad y seguridad alimentaria, van a pasar a formar parte de las prioridades de las administraciones en los planes de futuro a corto-medio plazo. Por tanto, hablamos de dos estrategias a las que los agentes del sector agroalimentario deberán estar atentas por su incidencia.

De la granja a la mesa

Las líneas maestras anteriormente mencionadas están plasmadas en el documento que recoge la estrategia De la granja a la mesa. Publicado recientemente por parte de la Comisión Europea, se trata de un plan de acción encuadrado en el Pacto Verde y que pivota en torno a cuatro grandes objetivos:

• Reducir la huella ambiental y climática del sistema alimentario
• Liderar una transición mundial hacia la sostenibilidad competitiva de la granja a la mesa
• Aprovechar las nuevas oportunidades
• Crear un sistema alimentario fuerte y resistente

Dentro de esos horizontes, se despliegan objetivos concretos como la reducción del uso de plaguicidas químicos y fertilizantes en los cultivos, y de antibióticos en animales de consumo humano, el aumento de la agricultura ecológica, la reducción del desperdicio alimentario o el fomento del consumo por la población de alimentos sostenibles y saludables.

En la página web de AECOSAN se puede acceder a un documento con la información más relevante de esta estrategia resumida y traducida al español.

New Era of Smarter Food Safety Blueprint

Por otro lado, Estados Unidos anunció el pasado 13 de julio su New Era for Smarter Food Safety Blueprint. El documento presenta la estrategia de FDA en materia de seguridad alimentaria para los próximos 10 años, alrededor de 4 elementos fundamentales los “core elements”:

• Trazabilidad basada en la tecnología
• Herramientas y enfoques inteligentes para prevenir y responder a brotes de enfermedades alimentarias
• Nuevos modelos de negocio y modernización del comercio minorista
• Cultura de seguridad alimentaria

El objetivo que persigue FDA con su estrategia es reducir las enfermedades asociadas al consumo de alimentos. Para conseguirlo pretende modernizar los sistemas de gestión de la seguridad alimentaria, partiendo de la base del Food Safety Modernization Act (FSMA) y aprovechando las posibilidades de la tecnología actual.

La administración va a contar con la colaboración de todos los agentes implicados en la cadena alimentaria a la hora de implementar esta estrategia. No solo tendrán protagonismo los más tradicionales, como pueden ser fabricantes y cadenas de distribución, sino que es previsible el papel activo de otras figuras relevantes, como los influencers o los propios consumidores.

La información está disponible en la web de FDA desde donde se puede descargar el documento y acceder a los vídeos de presentación de la estrategia por los comisarios de FDA.

Pese a tratarse de dos estrategias con enfoques diferentes y que probablemente variarán en la forma de materializarse, su puesta en marcha significa que la industria agroalimentaria se sitúa en la antesala de una revolución.

Quizás sea más pertinente definirla como re-evolución, puesto que el agroalimentario es un sector que no deja de estar situado en un cambio constante. Tendencias ya incipientes como la alimentación sostenible y saludable o la incursión de las tecnologías emergentes y facilitadoras en la cadena de suministro pasan, con estos dos planes, a formar parte de la agenda de las instituciones y, por tanto, se convertirán en la base de lo que está por venir en materia de legislación y seguridad alimentaria.

Fuente: CNTA